10 Beneficios de la actividad física según la OMS que cambiarán tu vida

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de la actividad física para mantener un estilo de vida saludable y prevenir enfermedades. Los beneficios de la actividad física son múltiples y van más allá de un aspecto estético.

En primer lugar, realizar ejercicio de forma regular ayuda a fortalecer el sistema cardiovascular, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Además, contribuye a controlar el peso corporal, mejorando la composición corporal y disminuyendo el riesgo de obesidad.

Mejora de la salud cardiovascular

La mejora de la salud cardiovascular es uno de los beneficios más destacados de la actividad física, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Realizar ejercicio de forma regular fortalece el corazón y los vasos sanguíneos, lo que conlleva numerosas ventajas para la salud.

¿Qué beneficios específicos implica la mejora de la salud cardiovascular?

• Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares: El ejercicio físico disminuye las posibilidades de desarrollar enfermedades del corazón, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y los problemas de circulación. Mantener una buena salud cardiovascular contribuye a prevenir enfermedades graves e incluso fatales.
• Aumento de la capacidad pulmonar: El entrenamiento cardiovascular mejora la respiración y expande la capacidad de los pulmones, lo que permite un mayor suministro de oxígeno al cuerpo y una mejor eliminación de dióxido de carbono.
• Control del peso corporal: La actividad física regular ayuda a quemar calorías y mantener un peso saludable. El exceso de grasa corporal y la obesidad son factores de riesgo comunes en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, por lo que mantener un peso adecuado es esencial para mantener la salud cardiovascular.
• Reducción del estrés y la ansiedad: El ejercicio físico estimula la liberación de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Estas sustancias ayudan a reducir los niveles de estrés y ansiedad, promoviendo una sensación de bienestar general.
• Mejora de la calidad del sueño: La actividad física regular está asociada con un sueño de mejor calidad. Dormir lo suficiente y descansar adecuadamente es fundamental para mantener una buena salud cardiovascular.
• Fortalecimiento del sistema inmunológico: El ejercicio regular contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, lo que ayuda a prevenir enfermedades y mejorar la respuesta del organismo frente a infecciones y enfermedades.
• Mayor longevidad y calidad de vida: Mantener una buena salud cardiovascular gracias al ejercicio físico regular no solo permite vivir más tiempo, sino también vivir con mayor calidad. Un corazón y unos vasos sanguíneos fuertes y saludables son fundamentales para el bienestar general.

La mejora de la salud cardiovascular mediante la actividad física regular tiene numerosos beneficios para el organismo. Desde la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta el aumento de la capacidad pulmonar, el control del peso corporal y la reducción del estrés, el ejercicio físico se posiciona como una herramienta indispensable para mantener una vida saludable y activa. Es importante recordar que antes de iniciar cualquier programa de ejercicio, se debe consultar con un profesional de la salud para adaptarlo a las necesidades individuales de cada persona.

Control del peso corporal

Control del peso corporal

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El control del peso corporal es uno de los beneficios más destacados de la actividad física, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Mantener un peso adecuado es fundamental para gozar de una buena salud y prevenir diversas enfermedades.

La práctica regular de ejercicio físico ayuda a quemar calorías y a mantener un equilibrio energético positivo. Esto significa que se consume más energía de la que se ingiere, lo cual contribuye a la pérdida de peso. Además, el ejercicio físico incrementa la masa muscular, lo cual aumenta el metabolismo basal y favorece una mayor quema de calorías incluso en reposo.

Algunos de los beneficios del control del peso corporal son:

- Reducción del riesgo de enfermedades crónicas: El exceso de peso está asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y determinados tipos de cáncer. Mantener un peso saludable mediante la actividad física ayuda a prevenir estos problemas de salud.

- Mejora de la composición corporal: El ejercicio físico no solo ayuda a perder peso, sino que también contribuye a mejorar la composición corporal. Es decir, se promueve la reducción de la grasa corporal y el aumento de la masa muscular, lo cual favorece una apariencia física más tonificada y definida.

- Mayor calidad de vida: Controlar el peso corporal adecuadamente mediante la actividad física ayuda a mantener una mejor movilidad y funcionalidad física. Esto se traduce en una mayor capacidad para realizar actividades cotidianas sin dificultad, reduciendo el riesgo de limitaciones físicas y mejorando la calidad de vida en general.

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- Mejora del estado de ánimo: La actividad física regular estimula la liberación de endorfinas, hormonas responsables de generar sensaciones de bienestar y alegría. El control del peso corporal a través del ejercicio físico contribuye a mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y prevenir trastornos como la depresión.

- Fortalecimiento del sistema óseo: La actividad física de impacto, como correr o saltar, ayuda a fortalecer los huesos. Mantener un peso corporal adecuado mediante el ejercicio contribuye a prevenir enfermedades como la osteoporosis y mejora la salud ósea en general.

El control del peso corporal a través de la actividad física es un beneficio clave para la salud. No solo ayuda a mantener un peso adecuado, sino que también previene enfermedades crónicas, mejora la composición corporal, aumenta la calidad de vida, favorece el bienestar emocional y fortalece el sistema óseo. Incorporar un estilo de vida activo es fundamental para disfrutar de estos beneficios y cuidar nuestra salud a largo plazo.

Fortalecimiento del sistema inmunológico

El fortalecimiento del sistema inmunológico es uno de los beneficios más destacados de la actividad física, tal como lo afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuando nos referimos al sistema inmunológico, hablamos de un conjunto de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para proteger nuestro cuerpo de agentes patógenos y enfermedades.

La práctica regular de ejercicio físico tiene un impacto positivo en este sistema, lo cual se traduce en una mayor resistencia a las enfermedades. Algunos mecanismos que explican esta relación son:

1. Mejora de la circulación sanguínea: El ejercicio físico promueve la mejor circulación de la sangre, lo cual permite una distribución más eficiente de los nutrientes y anticuerpos necesarios para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.

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2. Estimulación de la producción de células inmunológicas: La actividad física activa la producción y liberación de células inmunológicas, como los linfocitos T y B, que son fundamentales en la respuesta inmunitaria.

3. Reducción del estrés: El ejercicio físico ayuda a disminuir los niveles de estrés, el cual puede debilitar el sistema inmunológico. El estrés crónico puede afectar negativamente la capacidad del cuerpo para responder a las enfermedades, por lo que su reducción a través del ejercicio resulta beneficioso.

4. Regulación de la inflamación: La inflamación crónica puede dañar el sistema inmunológico. El ejercicio físico contribuye a controlar la inflamación excesiva y a mantener un equilibrio adecuado en el sistema inmune.

Además de estos mecanismos, la actividad física también contribuye a mejorar otros aspectos relacionados con la salud, como la calidad del sueño, el control del peso corporal y la prevención de enfermedades crónicas, lo cual indirectamente fortalece el sistema inmunológico.

Para aprovechar al máximo estos beneficios, se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a intensa por semana, distribuidos en sesiones de al menos 30 minutos. Es importante tener en cuenta las capacidades individuales y consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier programa de ejercicios.

El fortalecimiento del sistema inmunológico es uno de los beneficios evidentes de la actividad física regular. El ejercicio contribuye a mejorar la circulación sanguínea, estimula la producción de células inmunológicas, reduce el estrés y regula la inflamación, entre otros mecanismos. Por tanto, la incorporación de la actividad física en nuestra rutina diaria es clave para mantener un sistema inmunológico fuerte y saludable.

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Reducción del riesgo de enfermedades crónicas

La actividad física regular tiene muchos beneficios para la salud, y uno de los más importantes es la reducción del riesgo de enfermedades crónicas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física puede ayudar a prevenir o controlar enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa por semana, combinados con ejercicios de fortalecimiento muscular dos veces por semana. Estas pautas pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar la salud en general.

Algunos de los mecanismos que explican este beneficio son:

1. Control del peso: La actividad física regular ayuda a mantener un peso saludable, lo que reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.

2. Mejora de la función cardiovascular: El ejercicio aeróbico fortalece el corazón y los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.

3. Regulación de los niveles de azúcar en sangre: La actividad física ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, lo que previene o retrasa la aparición de la diabetes tipo 2.

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4. Fortalecimiento del sistema inmunológico: El ejercicio regular fortalece el sistema inmunológico, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas relacionadas con el sistema inmunológico, como enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de cáncer.

5. Mejora de la salud mental: La actividad física libera endorfinas, hormonas que provocan sensaciones de bienestar y mejoran el estado de ánimo. Esto puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, que son factores de riesgo para enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares y diabetes.

La actividad física regular tiene numerosos beneficios para la salud, incluida la reducción del riesgo de enfermedades crónicas. Siguiendo las recomendaciones de la OMS, podemos mejorar nuestra calidad de vida y prevenir la aparición de enfermedades que pueden tener un impacto significativo en nuestra salud a largo plazo.

Aumento de la resistencia física

El aumento de la resistencia física es uno de los beneficios más destacados de la actividad física, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este beneficio se refiere a la capacidad del cuerpo para realizar esfuerzos físicos de manera prolongada sin fatigarse rápidamente.

¿Qué significa tener una buena resistencia física?
Tener una buena resistencia física implica tener la capacidad de realizar actividades físicas de intensidad moderada a alta durante un período prolongado sin sentirse agotado. Esto se debe a que el organismo se adapta y se vuelve más eficiente en el uso de oxígeno y energía para abastecer los músculos durante el ejercicio.

En términos generales, el aumento de la resistencia física se logra a través de un entrenamiento regular y progresivo que va incrementando gradualmente la intensidad y duración de la actividad física. Esto permite que el sistema cardiovascular, los músculos y los pulmones se fortalezcan y mejoren su capacidad de funcionamiento.

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• Mejora del rendimiento deportivo: El aumento de la resistencia física es fundamental para atletas y deportistas, ya que les permite mantener un buen desempeño durante competencias o entrenamientos exigentes.
• Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares: La actividad física regular y el aumento de la resistencia física están asociados con una disminución del riesgo de padecer enfermedades cardíacas, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la enfermedad coronaria.
• Aumento de la energía y la vitalidad: El ejercicio aeróbico y el aumento de la resistencia física favorecen la liberación de endorfinas, hormonas que generan sensaciones de bienestar y aumentan los niveles de energía y vitalidad.
• Mejora de la calidad del sueño: La actividad física regular y el aumento de la resistencia física contribuyen a conciliar un sueño más profundo y reparador, lo cual es fundamental para el descanso y la recuperación del organismo.
• Control del peso corporal: El ejercicio aeróbico y el aumento de la resistencia física ayudan a quemar calorías y a mantener un equilibrio energético, lo que facilita el control del peso corporal y evita el sobrepeso y la obesidad.

El aumento de la resistencia física es uno de los beneficios clave de la actividad física. A través de un entrenamiento constante y progresivo, se logra fortalecer el sistema cardiovascular y muscular, lo cual repercute en un mejor rendimiento deportivo, una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, un aumento de la energía y la vitalidad, una mejora de la calidad del sueño y un control del peso corporal.

Mejora de la calidad del sueño

La mejora de la calidad del sueño es uno de los beneficios más importantes que se obtienen a través de la práctica regular de actividad física, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

1. Regulación del ciclo circadiano: La actividad física ayuda a regular el ritmo del sueño y vigilia, permitiendo establecer un patrón de sueño más consistente y saludable.

2. Reducción del estrés: La actividad física contribuye a reducir los niveles de estrés acumulados durante el día, lo cual favorece la relajación y conciliación del sueño.

3. Estimulación del cansancio físico: El ejercicio físico promueve el cansancio físico, lo que facilita quedarse dormido más rápidamente y tener un sueño más profundo y reparador.

4. Mejora la calidad del sueño: La práctica regular de actividad física tiene un impacto positivo en la duración y calidad del sueño. Se ha demostrado que las personas que realizan ejercicio físico regularmente tienen menos frecuencia de interrupciones del sueño y se despiertan menos durante la noche.

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5. Estabilización del estado de ánimo: La actividad física estimula la liberación de endorfinas, neurotransmisores relacionados con el bienestar y la sensación de felicidad. Esto puede ayudar a reducir los trastornos del sueño relacionados con el estado de ánimo, como el insomnio o la depresión.

6. Prevención de trastornos del sueño: La práctica regular de actividad física puede ayudar a prevenir trastornos del sueño como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas.

La actividad física regular es fundamental para mejorar la calidad del sueño. Ayuda a regular el ciclo circadiano, reduce el estrés acumulado, promueve el cansancio físico, mejora la calidad y duración del sueño, estabiliza el estado de ánimo y previene diversos trastornos del sueño. Por lo tanto, incluir ejercicio en nuestra rutina diaria puede ser altamente beneficioso para garantizar un descanso adecuado y reparador.

Aumento de la densidad ósea y prevención de enfermedades óseas

Aumento de la densidad ósea y prevención de enfermedades óseas:

- La actividad física regular, según la OMS, tiene un efecto positivo en el aumento de la densidad ósea y la prevención de enfermedades óseas.

- El aumento de la densidad ósea es clave para mantener huesos fuertes y saludables. A medida que envejecemos, nuestros huesos tienden a perder densidad, lo que aumenta el riesgo de fracturas y enfermedades como la osteoporosis.

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- Realizar ejercicios de carga o resistencia, como levantamiento de pesas, correr, saltar y caminar, ayuda a estimular la formación de nuevas células óseas y a fortalecer los huesos existentes.

- Además, la actividad física regular contribuye a prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis, una condición caracterizada por una disminución significativa de la densidad ósea y un mayor riesgo de fracturas.

- La práctica de ejercicios que involucran peso corporal o que requieren resistencia, como el yoga y el pilates, también pueden contribuir a mejorar la densidad ósea y prevenir enfermedades óseas.

- Realizar actividad física desde temprana edad es fundamental para maximizar los beneficios en la densidad ósea. Durante la infancia y la adolescencia, nuestros huesos están en constante crecimiento y desarrollo. La participación en deportes y juegos al aire libre promueve la formación ósea adecuada y reduce el riesgo de enfermedades óseas en la edad adulta.

La actividad física regular tiene múltiples beneficios para la salud ósea. Contribuye al aumento de la densidad ósea y ayuda a prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis. Incorporar ejercicios de carga o resistencia, así como practicar actividad física desde temprana edad, son estrategias efectivas para mantener huesos fuertes y saludables a lo largo de la vida.

Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés

La actividad física regular tiene numerosos beneficios para la salud, y uno de ellos es la mejora del estado de ánimo y la reducción del estrés. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ejercicio físico puede tener un impacto positivo en nuestro bienestar emocional.

El ejercicio activa la liberación de endorfinas, conocidas como las "hormonas de la felicidad", que ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo y promueven una sensación de bienestar general. Estas endorfinas actúan como analgésicos naturales, aliviando el estrés y la ansiedad.

Además, la actividad física regular puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. El cortisol es liberado en momentos de tensión y puede tener efectos negativos en nuestra salud mental y física. Al participar en ejercicios regulares, podemos controlar y reducir los niveles de cortisol, lo que nos permite manejar mejor el estrés diario.

Los beneficios de la actividad física en el estado de ánimo y la reducción del estrés son:

• Aumento de la producción de endorfinas, hormonas responsables de la sensación de bienestar.
• Reducción de los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
• Mejora de la calidad del sueño, lo que contribuye a un estado de ánimo más equilibrado.
• Aumento de la autoestima y la confianza en uno mismo.
• Mayor sensación de relajación y calma.
• Estimulación de la mente y mejora de la concentración.
• Reducción de la ansiedad y los síntomas de depresión.

La actividad física regular no solo es beneficiosa para nuestra salud física, sino también para nuestro bienestar emocional. Mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés son dos de los múltiples beneficios que obtenemos al incorporar la actividad física en nuestra rutina diaria.

Aumento de la capacidad cognitiva y mejora de la concentración

Beneficios de la actividad física según la OMS: Aumento de la capacidad cognitiva y mejora de la concentración.

La actividad física regular no solo beneficia al cuerpo, sino también a la mente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el ejercicio físico tiene un impacto positivo en la capacidad cognitiva y en la concentración. A continuación, se resaltan algunos de los beneficios más importantes:

1. Mejora en la función cerebral: El ejercicio físico estimula la circulación sanguínea, lo que aumenta el flujo de oxígeno y nutrientes al cerebro. Como resultado, se promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales y la formación de conexiones neuronales, mejorando así la función cerebral.

2. Aumento de la capacidad de atención: La práctica regular de ejercicio físico contribuye a fortalecer el sistema de atención selectiva. Esto significa que se mejora la capacidad para enfocarse en una tarea específica, bloqueando distracciones y aumentando la concentración.

3. Estimulación de la memoria: El ejercicio físico incrementa la producción de proteínas y factores de crecimiento en el cerebro, como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés). Estas sustancias desempeñan un papel clave en el mantenimiento y la mejora de la memoria.

4. Reducción del estrés y la ansiedad: La actividad física desencadena la liberación natural de endorfinas y neurotransmisores relacionados con el bienestar emocional, tales como la serotonina y la dopamina. Estos compuestos ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, mejorando así el estado de ánimo y la capacidad de concentración.

5. Estimulación de la creatividad: El ejercicio físico promueve la producción de nuevas ideas y la generación de soluciones creativas. Al liberar tensiones y mejorar el flujo sanguíneo hacia el cerebro, se facilita el pensamiento divergente y la conexión entre diferentes áreas del conocimiento.

La actividad física regular tiene una serie de beneficios para la capacidad cognitiva y la concentración. Estos incluyen la mejora de la función cerebral, el aumento de la capacidad de atención, la estimulación de la memoria, la reducción del estrés y la ansiedad, y la promoción de la creatividad. No cabe duda de que el ejercicio físico es fundamental no solo para mantener un cuerpo sano, sino también para potenciar el rendimiento mental y emocional. ¡No esperes más y comienza a disfrutar de estos beneficios hoy mismo!

• Mejora en la función cerebral
• Aumento de la capacidad de atención
• Estimulación de la memoria
• Reducción del estrés y la ansiedad
• Estimulación de la creatividad

Aumento de la esperanza de vida

El aumento de la esperanza de vida es uno de los beneficios más destacados que se obtienen a través de la práctica regular de actividad física, según lo señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este beneficio se debe a que el ejercicio físico contribuye favorablemente al correcto funcionamiento del organismo, mejorando la salud en general y previniendo diversas enfermedades a lo largo de la vida.

• Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares: La actividad física fortalece el corazón y los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y disminuyendo la posibilidad de sufrir enfermedades como la hipertensión arterial, el infarto de miocardio o los accidentes cerebrovasculares.
• Promueve la salud ósea: La práctica de ejercicios con carga, como caminar, correr o levantar pesas, ayuda a fortalecer los huesos y prevenir la aparición de la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas.
• Previene enfermedades crónicas: La actividad física regular reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, el cáncer de colon y de mama, y mejora la sensibilidad a la insulina, controlando los niveles de azúcar en sangre.
• Estimula el sistema inmunitario: La práctica regular de ejercicio físico fortalece el sistema inmunológico, lo que supone una mejor defensa contra infecciones virales y bacterianas.
• Mejora la salud mental: El ejercicio físico no solo tiene beneficios a nivel físico, sino también a nivel emocional. Ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorando el estado de ánimo y contribuyendo a una mayor sensación de bienestar general.

Estos son solo algunos ejemplos de los múltiples beneficios que se obtienen con la práctica regular de actividad física. La OMS recomienda al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso a la semana, junto con ejercicios de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana.

Es importante destacar que antes de iniciar cualquier programa de actividad física es fundamental consultar con un profesional de la salud, quien podrá realizar una evaluación adecuada y brindar recomendaciones personalizadas según las necesidades y condiciones de cada individuo.

5 beneficios de la actividad física en tu vida

Preguntas Frecuentes

¡Bienvenido a la sección de preguntas frecuentes sobre los beneficios de la actividad física! Aquí te proporcionaremos respuestas detalladas a las dudas más comunes que puedas tener.

1. ¿Cuáles son los beneficios de realizar actividad física regularmente?

Realizar actividad física de forma regular tiene numerosos beneficios para nuestra salud. Entre ellos se encuentran:

• Mejora de la salud cardiovascular y reducción del riesgo de enfermedades del corazón.
  

• Aumento de la fuerza muscular y la resistencia.
  

• Control del peso corporal y prevención de la obesidad.
  

• Fortalecimiento del sistema inmunológico.
  

• Mejora de la salud mental y reducción del estrés y la ansiedad.

2. ¿Cuánto tiempo debo dedicar a la actividad física para obtener beneficios?

Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada a la semana, o 75 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa. Además, se recomienda complementar esto con ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana.

3. ¿Qué tipos de actividades físicas son más recomendables?

La variedad es clave para obtener los máximos beneficios de la actividad física. Se recomienda combinar ejercicios aeróbicos como caminar, correr, andar en bicicleta o nadar, con actividades de fortalecimiento muscular como levantamiento de pesas o yoga. También es importante incluir ejercicios de flexibilidad y equilibrio, como estiramientos o tai chi.

4. ¿Cuáles son los beneficios de la actividad física para la salud mental?

La actividad física no solo beneficia nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. La práctica regular de ejercicio ha demostrado ser eficaz en la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión. Además, ayuda a mejorar la calidad del sueño, aumentar la autoestima y potenciar el estado de ánimo general.

5. ¿Existen riesgos asociados a la práctica de actividad física?

Si bien la actividad física es beneficiosa para la salud, es importante realizarla de manera segura. Algunos riesgos potenciales incluyen lesiones musculares o articulares, deshidratación y agotamiento. Es fundamental calentar adecuadamente antes de realizar ejercicio, utilizar el equipo de protección adecuado y escuchar las señales de nuestro cuerpo.

Para cerrar

Los beneficios de la actividad física según la OMS son amplios y abarcan tanto la salud física como mental. Realizar ejercicio de forma regular nos ayuda a mantenernos sanos, fortalecer nuestro cuerpo, reducir el estrés y mejorar nuestra calidad de vida en general. ¡No esperes más y comienza a disfrutar de todos estos beneficios hoy mismo!

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